lunes, 19 de octubre de 2009

Claudio Monteverdi; L´incoronazione de Poppea

Fragmento de la italianisima L' incoronazione Di Poppea, Última ópera del precursor del romanticismo Claudio Monteverdi (Un prólogo y tres actos)

De Monteverdi conocía los madrigales a los cuales sabía muy unido su nombre, pero descubrí hace no mucho que resultó ser el artífice del tránsito del madrigal en el renacimiento, a la ópera del barroco. Sentó el bajo continuo como melodía base, impuso pasajes melódicos cantados, pasajes orquestales (oberturas) y también el uso del recitativo (declamación dramática). Preocupado por que la música expresara pasiones, creó algunos cánones musicales, muy utilizados a lo largo de la historia (notas largas y graves para la tristeza, breves y escaladas de grave a agudo para la alegría). Como le tocó ser pionero en algo importante, dejó algunas óperas de las que se conservaron menos, y una de las cuales es la que me ocupa, en concreto un pequeño fragmento que me resulta conmovedor por intensidad y significado en el contexto de la obra, "solitudine amata" (segundo acto, escena primera).

En este fragmento, Mercurio es enviado a la tierra para anunciar a Séneca la decisión de Nerón de que debe morir en ese día, y el filósofo, sin dejarse llevar por los horrores de la muerte que le acontece, agradece al cielo el don de la vida que le otorgó. (Séneca es interpretado por el bajo, registro cedido en las óperas clásicas a personajes bondadosos, tranquilos y sabios.)



Resulta en general una ópera fácil y ligera, que entre otras características pasa por ser la primera del repertorio moderno, mostrando unos sucesos reales y no mitológicos (relatados en los anales de Tácito), llenos de bajas pasiones e intrigas amorosas.

2 comentarios:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Bellísima entrada. Es una de mios óperas favoritas (no del Barroco, sino de todos los tiempos).

Pude asistir a la representación, excelsa, que dio William Christie con Les Arts Florissants hace unos meses en El Real. Sublime.

Monteverdi no es sólo sus libros de madrigales; no es sólo su música religiosa -sólo sus Verpro suponen en el caso de otros compositores coetáneos, una cima imposible de alcanzar...-; no es sólo L´Orfeo, La selva morale,... Monteverdi es el más grande.

(De acuerdo, soy un poco hiperbólico).

UN abrazo.

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Por cierto: mil gracias por la referencia al artículo sobre The Shining: una de las cumbres del arte de Kubrick.

Te he dejado más comentarios en su sitio correspondiente.

Un abrazo.