sábado, 11 de septiembre de 2010

Claudio Monteverdi; L´Orpheo

De nuevo a la carga con Monteverdi, ahora con una de las grandes: La Favola de Orpheo.

Orfeo canta pletórico a su amor por Eurídice, en un paraje bucólico rodeado de pastores y criaturas. Sencillamente, una pieza hermosa, con la que siempre me emociono.



"Rosa del cielo, día del mundo y digno descendiente de aquel que rige el universo,
sol, tú, que todo lo rodeas y que todo lo ves, dime:
¿has visto alguna vez, en tu carrera entre las estrellas, un amante más alegre y feliz que yo?
Fue muy feliz, el día, amor mío, en que te vi por primera vez,
y más feliz la hora en la que suspiraba por ti, porque tus suspiros respondieron a los míos.
Fue muy feliz el momento en que tú me tendiste tu blanca mano como prenda de la pureza de tu fe.
Si hubiese tenido tantos corazones como ojos tiene el cielo eterno y vegetación esas amables colinas en el verde mes de mayo,
todos hubieran sido colmados y desbordados por el placer que me proporcionó, ese día, la felicidad..."



¡Ah, mi sangre romántica...!