Pero con la insistente presencia de las cruzadas y la llegada de los Almohades a la península, se despiertan extremos religiosos que acabarían por destruir para siempre el delicado equilibrio cultural y social que había llegado a florecer..., la intolerancia, la incompresión y la codicia de unos pocos acabaría con esta delicada flor.
La inquisición: la más terrible arma de la iglesia católica, dirigida en España por los padres Dominicos. Aunque aquí no andábamos parcos en capacidad represiva, Las palabras de Miguel Servet a sus jueces nos deben dar una imagen de la gran humanidad con la que la iglesia protestante se ha manejado históricamente (su pecado fué descubrir que la sangre circulaba): "Os suplico que os plazca abreviar estas grandes dilaciones... veis que Calvino... quiere hacerme pudrir en prisión. Los piojos me comen vivo, mis calzones están desgarrados, y no tengo muda ni jubón, ni más camisas que una en jirones...". Acabó quemado en la Hoguera, el 27 de Octubre de 1553.
En estos últimos años de tolerancia, fanáticos religiosos autodesignándose salvapatrias y movidos por la fé ciega condenan al ostracismo a miles de familias, judías y musulmanas, que se ven privadas de su tierra, de sus afectos, de todo aquello que fueron sus símbolos de identidad como pueblo y como comunidad creyente. Por suerte hallan rápida acogida en Constantinopla, donde fueron bien recibidos por las autoridades otomanas, sabedoras del enorme valor y de los conocimientos que estos traían.
Conversión de mujeres musulmanas. El pollo del Hisopo se percata de que hay plan...
Pero afortunadamente 700 años de tradición pudieron realizar otro viaje, el del tiempo, en las delicadas manos y en la memoria de aquellos que movidos por su fé, su pasión al arte o por el simple respeto pensaron que esa "España con ventura" merecía ser recordada más allá de las crónicas de vencedores y vencidos, más allá del desangramiento mútuo y de la sinrazón de la guerra. Y fué a través de la música cómo el testimonio vivo y profundamente significativo de aquellas gentes pudo llegar hasta nosotros. Su música religiosa, sus canciones populares, la deliciosa música de corte...
Aún hoy, por fortuna, podemos gozar de un mínimo repertorio de lo que supuso la mayor confluencia de culturas e influencias de su tiempo. Vaya esta disertación en meritorio homenaje a aquellas abuelas que conservaron los romances de boca en boca, a aquellos músicos que hicieron una labor de arqueología y rescataron del olvido letras, músicas e instrumentos, etc... En definitiva, a todos cuantos se preocuparon por su pasado y siempre lo llevaron presente consigo, otorgándole un meritorio lugar en su memoria.
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